8 de marzo de 2012

Día de las mujeres, tiempo de luchas

La instauración de fechas conmemorativas es importante en cuanto moviliza voluntades y acciones a favor de las causas que representan, pero al igual como sucede con algunos personajes de la historia, su exaltación industrial corre el riesgo de que se conviertan en iconos sin referencia histórica.

Es lo que puede suceder con el día internacional de las mujeres, que se celebra hoy 8 de marzo. En muchas instituciones y centros de trabajo suelen celebrar este día con sendos discursos exaltando la “maravillosa” capacidad de las mujeres para realizar diversos roles y desenvolverse en distintos espacios. Con ramos de flores suele reconocerse esta “omnipresencia” que no es vista más allá del sacrificio y abnegación “naturales” de las mujeres.

Sin embargo, la instauración de un día de las mujeres tiene implicancias más trascendentes que todos y todas debemos considerar. En este sentido, recordemos que es una fecha para re-conocer la lucha de las mujeres por la afirmación de su dignidad de ser humano y de sus derechos, sobre todo los civiles, por los cuales son consideradas como ciudadanas y personas dueñas de sí mismas.

Es una ocasión también para re-conocer al movimiento feminista y su lucha por las reivindicaciones políticas y por la transformación del sistema patriarcal que somete a las mujeres y que refuerza otros ejes de dominación como los de clase, raza, religión, nacionalidad y otros.

Pero el feminismo no sólo ha contribuido desde el activismo sino que éste ha sido acompañado desde la comprensión de la realidad y su posterior teorización, y, desde la teoría social, ha contribuido a la visibilización, cuestionamiento, irracionalización e inmoralización de conductas discriminatorias y de dominación socialmente aceptadas.  Esta visibilización a su vez ha permitido adoptar medidas políticas que favorezcan una vida más segura y con mejores oportunidades para las mujeres. Celia Amorós, desde la academia, nos ayuda a entender este aporte del feminismo como teoría crítica y también política, al mostrar que gracias al movimiento feminista se logró visibilizar la violencia sexista o de género, extrayéndola del ámbito privado hacia la esfera pública, teorizando y concretando una nueva categoría que ha ayudado a  politizar  este fenómeno, en tanto lo deslegitimó y lo puso en el debate público.

Por esta razón, la lucha hacia el reconocimiento de la igualdad del valor de varones y mujeres, y la equidad en la vida social de ambos sexos, ha significado – y aún significa – una lucha compleja que se desarrolla desde la vida privada hasta lo socialmente aceptado y público. Significa también una lucha que debe hacerse desde el activismo y desde la teoría, desde lo institucional y desde lo cotidiano, desde los nombres propios hasta los grupos sociales, desde las mujeres y también desde los varones.

El día internacional de las mujeres es el resultado de una lucha intensa bregada por muchas mujeres como Flora Tristán, Lucretia Mott, Aleksandra Kolontái, Simone de Beauvoir y nuestra María Jesús Alvarado Rivera, sólo por mencionar algunos nombres individuales; pero lo es, sobre todo, del movimiento feminista en su conjunto, que guarda en sí mismo una identidad luchadora y que debe contagiarnos para asumir una posición firme y esclarecida en esta lucha en desarrollo, que no se reduce a una puntualización de calendario.


Imagen tomada del blog Emaus de Javier Palacio M. http://blogemaus.wordpress.com/2011/03/08/mujer/  

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